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5ta. Sección.

Los gatos y la literatura

Dentro de esta sección presentaremos las adaptaciones echas por cada uno de los equipos correspondientes acerca de éste cuento, retomando principalmente la trama principal de la historia o únicamente tomando ciertos caracteres del cuento para realizar una historia completamente original.

Biografía del autor

"Howard Phillips Lovecraft"

Escritor americano, Howard Phillips Lovecraft nació en 1890 en Providence, Rhode Island, y falleció en la misma localidad en 1937. 

Lovecraft desarrolló una mitología propia dentro del género del terror, siguiendo una corriente de terror cósmico materialista muy alejada de las vertientes tradicionales del género, sin embargo fue relativamente desconocido en vida, dándose a conocer de manera póstuma gracias a la difusión de su obra por parte de amigos y conocidos. 

Se interesó desde muy joven por la mitología árabe, y más adelante por la griega, escribiendo desde muy pequeño cuentos y poemas inspirados en estos dos ámbitos. Su abuelo,  que se hizo cargo de su educación tras la muerte de su padre, le introdujo a las historias góticas de terror.

Sus obras se hallan marcadas por el pesimismo y el cinismo, y suelen dividirse en tres periodos: La época de las Historias macabras (1905-1920), el Ciclo del Sueño(1920-1927), y los Mitos de Cthulhu (1925-1935).

Sus temas más comunes son el conocimiento prohibido, la influencia de seres no humanos en la Humanidad, la culpa heredada (el concepto de que uno no puede escapar de los errores de sus ancestros), el destino, la idea de una Humanidad constantemente amenazada y en peligro, la raza, el género y los riesgos inherentes a una sociedad cientificista.

Lovecraft ha desarrollado un seguimiento de culto gracias a la creación de un universo propio de seres de naturaleza diversa, donde destacan los monstruosos Primigenios  y el Necronomicón, un terrible grimorio que muestra cómo invocarlos.

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" Adaptaciones del cuento: los gatos de Ulthar"

El gato

Se dice que en un lugar más allá del río Skai, un hombre no puede matar a un gato, se cree que estos son seres misteriosos, son el antes de todo, el antes de la esfinge, lo mejor de Egipto y de los seres que habitan en la selva.

Se cuenta que en el lugar cerca del río Sakai vivía una familia en una cabañita del pueblo, los señores Thomson al llegar la noche empezaban a escuchar los maullidos y ronroneos de los pequeños gatos de sus vecinos ellos trataban de dormir, pero esos ronroneos interrumpían su sueño, los gatos se metían a su patio y empezaban a tirarles sus cosas que tenían afuera, una noche la señora Thomson no pudo más y le dijo a su esposo que fuera a alejar a los gatos porque no podían dormir, el señor Thomson hizo caso pero la acción que tomo fue un tanto agresiva pues el decidió capturar y matar al gato.

Después de esa noche cada vez que los señores Thomson escuchaban a algún gato ya no tenían nada que pensar, solamente era capturar y matar.
Un día llegó una caravana con unos hombres que iban a hospedarse al pueblo, en la caravana venía una niña que había quedado huérfana desde muy pequeña y solamente traía a un pequeño gato negro muy juguetón, cariñoso, divertido, a la mañana siguiente de que llegó la caravana empezaron a contarle a la pequeña niña la historia de los señores Thomson, él empezó a hacer oraciones con señas, con movimientos extraños que nadie conocía pero que igual no se dieron el interés por saberlos.

La niña ese mismo día comenzó  a buscar a su gato en la noche ya que había desaparecido y no lo encontraba por ningún lado, los habitantes del pueblo se dieron cuenta que al igual que el pequeño gato de la niña los demás habían desaparecido y no se encontraban.

A los cuatro días se dieron cuenta de que ningún gato había regresado, y empezaron a comentar que igual los señores Thomson no los habían visto desde la pérdida del pequeño gato de la niña, decían que los hombres de la caravana se los habían llevado ya que se marcharon de ahí un día antes, un hombre llamado Meruth dijo que tenían que ir a ver a la cabaña de los Thomson para ver que estaba pasando, pero su miedo no lo dejaba hasta que se armo de valor y fue a revisar la cabaña, claro que no fue solo  lo acompañaban Rosset y Albert, entraron a la cabaña y se dieron cuenta de que en el suelo estaban dos cadáveres juntos con una pequeña silueta de gato al extremo de cada uno.

Después de que se enteraron de la semejante noticia aparecieron todos los gatos alrededor de la cabaña, se empezaron a escuchar comentarios y rumores de que es cierto que “UN HOMBRE NO PUEDE MATAR A UN GATO”.

Autores:

  • De La Rosa Chávez Angie Betzabé

  • Francisco Romero Karla Lizeth

  • Guerrero Amado Abigail

  • Galván Contreras Andrea Jocelyn

  • Guerrero Bazán Mario Alberto

  • González Ordoñez Ximena Alejandra

  • Iglesias Alvarado Luisa Celina

  •  Marques Valencia Angelica Magdalena

  • Onofre Castro Brenda Jenniffer

  • Palacios Sánchez Angelica

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El  secreto de Begonia

El pueblo de Begonia es un lugar mágico, lleno de cultura, leyendas y tradiciones, es un lugar alegre y colorido, pero no siempre fue así, era un pueblo anticuado, gris y misterioso, ningún poblador habla de esos años, parece habérseles olvidado esa noche, pero a mí no.

Era extraño ver a personas desconocidas por ahí, ¿quién querría visitar un pueblo tan pequeño y silencioso?, pero una noche llegaron forasteros, un grupo de 7 hombres, que buscaban un lugar donde pasar la noche, solo había una vieja posada y ahí se quedaron, pagaron 5 noches a la hostelera.

A la mañana siguiente todo el pueblo estaba enterado de su llegada, hasta los pobladores con más poder los Valbuena, una familia discreta y de alcurnia que estaba integrada por la pareja de Alma y Máximo con sus 4 hijos Marco, Arturo, Liliana y la pequeña Marta. Se decía que Máximo había hecho un trato con el diablo, para conseguir dinero, propiedades y poder, pero nadie se atrevía hablarlo pues se creía que alguna de sus hijas era el precio que le pagó al diablo, era un tema que los asustaba y preferían quedarse callados.

 Era domingo y todos los pobladores asistían a la misa de 4:00, Incluyendo a la familia, al lado de aquella iglesia estaba el hostal, los forasteros al escuchar tanto alboroto, salieron a ver qué ocurría y justo cuando salían se encontraron de frente a la familia Valbuena, se cruzaron miradas, pero la más intensa y duradera se dio entre Liliana y uno de los 7 jóvenes, este joven al darse cuenta intentó hablarle, pero la última campanada sonaba, indicaba que la ceremonia había empezado.

 Aquel forastero llamado Fernando estaba pendiente de que la misa terminará, para poder al fin hablar con Liliana,  cuándo al fin todos salieron el esperó en la puerta a que ella saliera, pero nunca lo hizo, pasaban las horas y él se cansaba de esperar, con desilusión, fue a dormir a aquella posada, pero cuando  estaba a punto de entrar sintió cómo le tocaron el hombro, era Liliana, él realmente se asustó pues  no lo esperaba, Liliana se presentó y le dijo —Eres el único chico que se ha quedado 5 horas esperándome, de hecho eres el único chico que me  ha esperado. Él estaba desconcertado pues no sabía como ella podía haber sabido que la esperaba. Las primeras tres noches estuvieron juntos, la luna fue la única testigo de lo que pasó en aquellas veladas, donde se juraron amor eterno.

El pueblo era pequeño y la gente entrometida, habían pasado tres noches y en 2 partían los forasteros a otro lugar, a la familia Valbuena le llegaron varios mensajes en los cuales se mencionaba que vieron a su hija con un forastero, al escuchar esto decidieron amenazar a Fernando y a Liliana si se volvieran a ver seria su fin, Fernando estaba asustado, pero su amor lo cegaba, él tenía que ver a Liliana, así que fue a la plaza el lugar donde ella lo citó, al verse fueron precavidos, pero no del todo. Liliana lloraba en los brazos de su amado por las injusticias que su padre quería hacer, él le propuso fugarse, pero ella no aceptó argumentando que había algo muy fuerte que la unía al pueblo, se despidieron con miedo de que el beso que se dieron fuera el último.

La cuarta noche llegaba y Fernando derrotado se proponía llegar a la posada, pero a algunos pasos de llegar una bala le atravesó el corazón, quitándole la vida en pocos instantes, la noticia llegó a oídos de Liliana que corrió despavorida hasta el cuerpo sin vida de su amado y empezó a decir cosas en algún dialecto extraño, en ese momento el clima cambio una tormenta llego inesperadamente. Máximo el padre de Liliana intentó detenerla, peo ella lo tocó y el cuerpo de su padre se hizo ceniza, que fue esparcida por el viento, ella grito algo que dejo atónitos a los pobladores, yo soy la ofrenda que dio mi padre al diablo, mi sangre hirviente corre por las venas del rey del averno, ahora le pertenezco y mi dueño les deja un regalo, tranquilidad por su silencio, un agujero se abrió en el suelo y una voz tenebrosa que provenía del agujero dijo te he estado esperando, ella entro y sus últimas palabras fueron Fernando mi amor eterno.

La promesa se cumplió, el pueblo no dijo nada y la ciudad mejoró, pero se dice que lo único que rompe el trato, es el amor que tuvieron Liliana y Fernando, pues algunas noches se les ve juntos, vagando por las calles de Begonia y cuando el primer rastro de sol aparece se despiden con un beso y se desvanecen.

 

Autores

  • Arizabalo Espejel Alondra Fernanda

  • Castañeda Fabila Lizeth

  • Figueroa Reyes Andrea Natasha

  • Lavadores Moreno Sonia Montserrat

  • Medina Gallardo Dana Paola

  • Montiel Espíritu David Adonis

  • Zavala Alvarez Daniela.

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pata de perro

En la ciudad de México se puede encontrar una enorme cantidad de perros viviendo en la calle, por ejemplo: Híbridos, mestizos, grandes, pequeños, con heridas etc. 

Existe una colonia llamada “San Lucifer” la cual se ubica entre el límite de la alcaldía Azcapotzalco y el Estado de México, donde cada otoño se dedican a la mutilación de perros los cuales se tornan grotescos y horripilantes con el simple hecho de escuchar lo ladridos de desesperación de estos animales junto con los chillidos que pueden escucharse a distancias largas. Para los habitantes de la colonia es totalmente normal ya que se torno en una costumbre pagana.

Todo parecía normal cada otoño hasta que un vagabundo traía consigo una jauría de 23 perros, para los habitantes les resulto extraño, pero a la vez un frenesí ver demasiados perros lo cuales podían ser asesinados en cualquier momento. No era de esperarse que todos los habitantes de la colonia se llevaran a todos los perros lo que provoco que el vagabundo orara en un lenguaje hereje el cual uno de los habitantes lo escuchó por lo tanto no tomo importancia alguna así que siguió su camino.   

Al día siguiente el vagabundo observo la masacre alrededor suyo, pero este sonrió y se marchó lo que provoco una serie de eventos extraños los cuales nadie podía creer uno de estos fue que los niños padecían de convulsiones y actuaban como un perro rabioso, otro de estos sucesos y uno de los más grotescos que ocurrieron era el canibalismo algo que corrompería a cualquier ser humano…aunque toda humanidad se fue debido a que el hambre era incontrolable. Dos días después nada se supo de San Lucifer solo el hecho de perros comiendo restos humanos en el asfalto. 

Desde ese momento nadie se atreve a entrar en San Lucifer, por el simple hecho de padecer de un hambre incontrolable y la sensación que provoca quien entra ahí.  

Autores:

-Martínez Meneses Mariana

-Cano García Andrea Itzel

-Fuentes Vásquez María Fernanda

-Ramos Herrera Laura

-Tesillos Rueda Rodrigo

-Figueroa Pérez Yadet

-Vásquez Romero Isabel

-Arpero Urizar Iván Tonatihu

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En la ciudad de México se puede encontrar una enorme cantidad de perros viviendo en la calle, por ejemplo: Híbridos, mestizos, grandes, pequeños, con heridas etc. 

Existe una colonia llamada “San Lucifer” la cual se ubica entre el límite de la alcaldía Azcapotzalco y el Estado de México, donde cada otoño se dedican a la mutilación de perros los cuales se tornan grotescos y horripilantes con el simple hecho de escuchar lo ladridos de desesperación de estos animales junto con los chillidos que pueden escucharse a distancias largas. Para los habitantes de la colonia es totalmente normal ya que se torno en una costumbre pagana.

Todo parecía normal cada otoño hasta que un vagabundo traía consigo una jauría de 23 perros, para los habitantes les resulto extraño, pero a la vez un frenesí ver demasiados perros lo cuales podían ser asesinados en cualquier momento. No era de esperarse que todos los habitantes de la colonia se llevaran a todos los perros lo que provoco que el vagabundo orara en un lenguaje hereje el cual uno de los habitantes lo escuchó por lo tanto no tomo importancia alguna así que siguió su camino.   

Al día siguiente el vagabundo observo la masacre alrededor suyo, pero este sonrió y se marchó lo que provoco una serie de eventos extraños los cuales nadie podía creer uno de estos fue que los niños padecían de convulsiones y actuaban como un perro rabioso, otro de estos sucesos y uno de los más grotescos que ocurrieron era el canibalismo algo que corrompería a cualquier ser humano…aunque toda humanidad se fue debido a que el hambre era incontrolable. Dos días después nada se supo de San Lucifer solo el hecho de perros comiendo restos humanos en el asfalto. 

Desde ese momento nadie se atreve a entrar en San Lucifer, por el simple hecho de padecer de un hambre incontrolable y la sensación que provoca quien entra ahí.  

Autores:

-Martínez Meneses Mariana

-Cano García Andrea Itzel

-Fuentes Vásquez María Fernanda

-Ramos Herrera Laura

-Tesillos Rueda Rodrigo

-Figueroa Pérez Yadet

-Vásquez Romero Isabel

-Arpero Urizar Iván Tonatihu

Cujo (1983) Stephen king, Lewis Teague http://www.horrorchannel.co.uk/shows.php?title=cujo

Milagros y gatos.

Milagros y gatos.

Hace muchos años atrás en el recién construido pueblo de Utoro en Hokkaido, existía una antigua leyenda popular que provocó que los habitantes idolatraran cada vez más a todos los gatos que rondaban las calles de ese pueblo.

Hace siglos atrás, un grupo de personas aseguró haber visto a una hermosa mujer rondando afuera de la casa en la que se encontraban. Los hombres decidieron salir a investigar para ver quién era la mujer, encontrándose con la silueta de la mujer desvaneciéndose en la penumbra. Sin embargo, la sombra no parecía haber desaparecido, sino más bien se volvía cada vez más y más pequeña hasta transformarse en la silueta de un pequeño gato, corriendo a lo más profundo del bosque para dar marcha atrás a aquella casa a la cual el gato había visitado.

Los hombres perplejos, pasaron toda la noche en vela esperando a aquel gato o mujer, llegara nuevamente, sin embargo, éste nunca llegó. Pasaron los días y aquellos hombres que presenciaron a éste ser, comenzaron a llegarles muchas propuestas de trabajo, sus cosechas comenzaban a florecer como nunca antes lo habían hecho, además de que sus parientes enfermos comenzaron a mejorar y su salud se fortaleció, todo esto… después de la visita de aquel ente. Los hombres por obvias razones atribuyeron todo esto al ser que habían visto aquella noche, por lo cual decidieron venerarlo y respetarlo. Este rumor se esparció a lo largo de las comunidades de los alrededores, cada vez habiendo más testimonios de personas que aseguraban haber visto a aquel ente como una hermosa mujer que se transformaba de repente en un gato que desaparecía de entre todos aquellos que lo vieran. Poco a poco, esta leyenda tomó tanta fuerza que a todos los gatos que rondaban por las comunidades, se les brindaba un hogar, alimento, etc, con el único fin de honrar y venerar a aquel ente que traía tanto bien a las personas que los venían.

Ahora en el nuevo pueblo de Utoro, las personas seguían manteniendo esta costumbre de venerar a los gatos. Sin embargo, existía un hombre con una hija de 20 años el cual era escéptico a estas leyendas. El jamás creyó que un simple gato fuera el causante de tantos milagros como él decía. Por el contrario, su hija creía que este ser únicamente quería ayudar a los demás, además de que aseguraba que ella ya había visto antes a esta entidad. El padre jamás creyó en lo que el pueblo decía, ni siquiera en su propia hija.

Una noche, aquel hombre salió a su jardín a depositar la basura en el cesto correspondiente. En el momento en el que abrió la tapa del cesto, comenzó a escuchar los maullidos de un gato, asustándolo. El hombre volteó la cabeza abruptamente para buscar a aquel gato. Observó por todos lados intentando encontrarlo, hasta que apareció de entre las sombras con un brillo en los ojos muy peculiar.

El hombre, harto de las leyendas que se contaban en el pueblo, entró rápidamente por el cuchillo que se encontraba colgado en su cocina, y con furia recorriéndole todo el cuerpo, lanzó el cuchillo directamente al gato, clavándole el cuchillo en la espalda matándolo al instante… o eso pensó.

La noche transcurrió tranquila sin interrupciones en el sueño de él o en el de su hija. Eran las 6 de la mañana cuando el hombre despertó de su siesta, dirigiéndose directamente a la cocina para beber una taza de café. Mientras avanzaba por el pasillo de su casa, notó que en el piso yacía el cuchillo con el cual había matado al gato anoche. El hombre pensó que posiblemente el gato habría sobrevivido al impacto y se habría metido a la casa para pasar la noche. Siguió las manchas de sangre que recorrían los pasillos hasta llegar a las escaleras que conducían a la habitación de su hija. Asustado porque su hija no hubiese visto al gato, subió rápidamente  para impedirle un gran susto a su hija. Abrió la puerta corrediza de la habitación, encontrándose con un horror dentro de ella. Su hija yacía muerta en su cama, con una enorme herida en la espalda, hecha con una especie de objeto punzocortante… como si de un cuchillo se tratase.  

Autores:

-Vázquez Mendoza Isaac Daniel

Quiroz Mejía Charely Alitzel

Mondragón Lázaro Luisa Jimena

Mendoza Valladares Belen Carolina

Cordeiro Pérez Bruno

Bravo Miranda Valeria Adriana

Rodriguez Arellano Hannia Paola

Hernández Nopal Brenda

Mendieta González Itzel

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Fahrenheit

Dice que quemaban a los perros de los perros, pero ¿Quiénes?; muchos decían que eran un par de niños que Vivian en el bosque, se dice que ellos eran los sobrevivientes de un accidente de automóvil y se refugiaron en una cabaña a la mitad de un bosque; aquellos desarrollaron un odio hacia todos los animales que se encontraban ahí, que en si nadie sabe del porqué. Les encantaba torturar a los animales de distinta forma, pero quemándolos era lo que más les satisfacía, muchos de los vecinos intentaron detenerlos dándose cuenta de que eran muy salvajes por lo que les empezaron a temer. Así fue durante mucho tiempo en donde toda clase de animal desaparecía dando a entender que ellos los mataban también para poder comer.

Un día llego al pueblo una anciana que tenía consigo un cachorro, esta mujer lo quería con un gran anhelo, pues era su adoración. Todos los días lo llevaba a pasear por el bosque, la anciana como la mascota eran muy felices viviendo y estando juntos; un día muy repentinamente la mujer despertó dándose cuenta de que su perro no se encontraba en casa, por lo que decidió ir a buscarlo con desesperación en todas partes pero como resultado no lo localizó, además de que era muy anciana y no podía correr ni caminar de una manera ágil. Después de varios intentos y ver que el cachorro no regresaba, decidió salir a tomar una taza de café y cruzando la esquina hacia el local, encontró unos muchachos platicando de los sádico (niños que mataban animales); corrió lo más rápido posible dirigiéndose a su casa y del fondo de su cama sacó un baúl en donde había un par de velas, gises, conchas de mar y una daga. Lo más interesante es de que nadie sabía de qué la anciana tenía un pasado muy obscuro respecto a la santería; ese mismo día en donde busco las cosas, se fue la luz de una manera muy extraña en todo el poblado.

Cuentan que nadie volvió a ver a la mujer, además de que los animales ya no volvieron a desaparecer.

Se dice que fue a matar a los niños a su cabaña y después se suicidó por ello la hallaron muerta en la silla de su departamento, pero nunca sabemos lo que en realidad sucedió.

Autores:

  • Angeles Menchaca Jair Osvaldo.

  • Ávila Valdez Frida Eneth.

  • Hernández Meliton Montserrat.

  • Hernández Pedraza Ana Rebeca.

  • Miranda Téllez Melani.

  • Montoya De La Cruz Alam.

  • Solis Pomposo Lizeth.

  • Rivera Heras Brenda.

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Los gatos de ikal

Se dice que en Ikal, que se encuentra más allá del río Zazil, ningún hombre puede matar a un gato; y ciertamente lo puedo creer mientras contemplo a aquel que descansa ronroneando frente al fuego. Porque el gato es críptico, y cercano a aquellas cosas extrañas que el hombre no puede ver. Es el alma del antiguo México, y el portador de historias de ciudades olvidadas en Akbal. Es pariente de los señores de la selva, y heredero de los secretos de la remota y siniestra Zamná. La princesa es su prima, y él habla su idioma; pero es más antiguo que la princesa y recuerda aquello que ella ha olvidado.

En Ikal, antes de que los ciudadanos prohibieran la matanza de los gatos, vivía un viejo campesino y su esposa, quienes se deleitaban en atrapar y asesinar a los gatos de los vecinos. Por qué lo hacían, no lo sé; excepto que muchos odian la voz del gato en la noche, y les parece mal que los gatos corran furtivamente por patios y jardines al atardecer. Pero cualquiera fuera la razón, este viejo y su mujer se deleitaban atrapando y matando a cada gato que se acercara a su cabaña; y, a partir de los ruidos que se escuchaban después de anochecer, varios lugareños imaginaban que la manera de asesinarlos era extremadamente peculiar. Pero los aldeanos no discutían estas cosas con el viejo y su mujer; debido a la expresión habitual de sus marchitos rostros, y porque su cabaña era tan pequeña y estaba tan oscuramente escondida bajo unos desparramados robles en un descuidado patio trasero. La verdad era, que por más que los dueños de los gatos odiaran a estas extrañas personas, les temían más; y, en vez de confrontarlos como asesinos brutales, solamente tenían cuidado de que ninguna mascota o ratonero apreciado, fuera a desviarse hacia la remota cabaña, bajo los oscuros árboles. Cuando por algún inevitable descuido algún gato era perdido de vista, y se escuchaban ruidos después del anochecer, el perdedor se lamentaría impotente; o se consolaría agradeciendo al destino que no era uno de sus hijos el que de esa manera había desaparecido. Pues la gente de Ikal era simple, y no sabía de dónde vinieron todos los gatos.

Un día, una caravana de extraños peregrinos procedentes del Sur entró a las estrechas y empedradas calles de Ikal Oscuros eran aquellos peregrinos, y diferentes a los otros vagabundos que pasaban por la ciudad dos veces al año. En el mercado vieron la fortuna a cambio de plata, y compraron alegres cuentas a los mercaderes. Cuál era la tierra de estos peregrinos, nadie podía decirlo; pero se les vio entregados a extrañas oraciones, y que habían pintado en los costados de sus carros extrañas figuras, de cuerpos humanos con cabezas de gatos, águilas, carneros y leones. Y el líder de la caravana llevaba un tocado con dos cuernos, y un curioso disco entre los cuernos.

En esta singular caravana había un niño pequeño sin padre ni madre, sino con sólo un gatito negro a quien cuidar. La plaga no había sido generosa con él, mas le había dejado esta pequeña y peluda cosa para mitigar su dolor; y cuando uno es muy joven, uno puede encontrar un gran alivio en las vivaces travesuras de un gatito negro. De esta forma, el niño, al que la gente oscura llamaba Menes, sonreía más frecuentemente de lo que lloraba mientras se sentaba jugando con su gracioso gatito en los escalones de un carro pintado de manera extraña.

Durante la tercera mañana de estadía de los peregrinos en Ikal, Menes no pudo encontrar a su gatito; y mientras sollozaba en voz alta en el mercado, ciertos aldeanos le contaron del viejo y su mujer, y de los ruidos escuchados por la noche. Y al escuchar esto, sus sollozos dieron paso a la reflexión, y finalmente a la oración. Estiró sus brazos hacia el sol y rezó en un idioma que ningún aldeano pudo entender; aunque no se esforzaron mucho en hacerlo, pues su atención fue absorbida por el cielo y por las formas extrañas que las nubes estaban asumiendo. Esto era muy peculiar, pues mientras el pequeño niño pronunciaba su petición, parecían formarse arriba las figuras sombrías y nebulosas de cosas exóticas; de criaturas híbridas coronadas con discos de costados astados. La naturaleza está llena de ilusiones como esa para impresionar al imaginativo.

Aquella noche los errantes dejaron Ikal, y no fueron vistos nunca más. Y los dueños de casa se preocuparon al darse cuenta de que en toda la villa no había ningún gato. De cada hogar el gato familiar había desaparecido; los gatos pequeños y los grandes, negros, grises, rayados, amarillos y blancos. Keé el Anciano, el burgomaestre, juró que la gente siniestra se había llevado a los gatos como venganza por la muerte del gatito de Menes, y maldijo a la caravana y al pequeño niño. Pero Keltect, el enjuto notario, declaró que el viejo campesino y su esposa eran probablemente los más sospechosos; pues su odio por los gatos era notorio y, con creces, descarado. Pese a esto, nadie osó quejarse ante la dupla siniestra, a pesar de que Atal, el hijo del posadero, juró que había visto a todos los gatos de Ikal al atardecer en aquel patio maldito bajo los árboles. Caminaban en círculos lenta y solemnemente alrededor de la cabaña, dos en una línea, como realizando algún rito de las bestias, del que nada se ha oído. Los aldeanos no supieron cuánto creer de un niño tan pequeño; y aunque temían que el malvado par había hechizado a los gatos hacia su muerte, preferían no confrontar al viejo campesino hasta encontrárselo afuera de su oscuro y repelente patio.

De este modo Ikal se durmió en un infructuoso enfado; y cuando la gente despertó al amanecer encontraron todos los gatos en el área central de Ikal, gatos pequeños, grandes, blancos, cafés, negros…, muertos, la muerte de los pobres gatos sorprendió a todos, y los culpables eran el viejo y la señora.

Enfadada una señora tomó un pala de trabajo camino y grupo “queremos justicia”, todos la apoyaron y siguieron, y así continuaron hasta la casa de los viejos, tocaron desesperadamente, querían respuestas, pero no abrían, siguieron haciéndolo, hasta que tumbaron la puerta, no salió nadie en realidad, no había nadie en esa casa que había pasado por dolores, nadie entendía pero decidieron entrar a buscar respuestas, encontraron una nota, en ella decía lo siguiente…

“Deben sacrificar algo para obtener un beneficio”

Los ciudadanos entendieron que si no cambiaban la forma de ser llevada sus tierras para mejoras, y no sólo eso su vida al ser más valientes y hablar con la verdad, seguirían pasando cosas así que aprobaron aquella extraordinaria ley, la que dice en Ikal ningún hombre puede matar a un gato, de esta forma recordarán lo sucedido.

Autores:   

  • Becerril Miranda Andrea.

  • Godínez Velázquez Jaqueline.

  • Lara Zamora Valeria Itzel.

  • Luna Oliver Jennifer.

  • Ramírez Ambrosio Wendoly.

  • Terrazas Campos Paola Desirée.

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